- Trump anula 78 decreto de Joe Biden.
- Emitió otros tantos nuevos.
- George Washington, recurrió a 8 decretos.
- Franklin D. Roosevelt, emitió 3500 decretos.
Rafael Michel.
23 de enero de 2025. San Diego California (8:30am).- El decreto, es una norma con rango de ley que emana directamente del poder ejecutivo, es decir; del presidente del gobierno de un país. Esto, referente a que tras su discurso en el rally del Capital One Arena, en Washington, el presidente Donald Trump, de Estados Unidos, al tomar las riendas del país, firmó una nueva serie de órdenes ejecutivas, entre ellas una que pone fin a 78 decretos y memorandos del gobierno de Joe Biden.
Los temas de algunas de las órdenes ejecutivas son los siguientes: Decreto para retirar a EU del acuerdo de París sobre el clima. Decreto que pone fin al teletrabajo de los funcionarios federales y que pone fin a la contratación de nuevos empleados. Decreto para suspender la decisión de Biden de eliminar a Cuba del listado de países que patrocinan el terrorismo.
Los temas de algunas de las órdenes ejecutivas son los siguientes:
Decreto para retirar a EU del acuerdo de París sobre el clima
Decreto que pone fin al teletrabajo de los funcionarios federales y que pone fin a la contratación de nuevos empleados
Decreto para suspender la decisión de Biden de eliminar a Cuba del listado de países que patrocinan el terrorismo
La salida de Estados Unidos del acuerdo de París.
Regreso obligatorio al trabajo en oficinas para los empleados federales.
Prohibición del uso de la justicia contra adversarios políticos.
Prohibición de que el gobierno censure redes sociales en nombre del combate a la desinformación.
Que los funcionarios se comprometan a bajar la inflación.
Congelar contrataciones en agencias federales y despido de burócratas.
Congelar nuevas regulaciones federales no aprobadas por Trump.
Trump dijo a sus seguidores que más noche en la Oficina Oval continuará con la firma de más decretos como el indulto a las personas que asaltaron el Capitolio el 6 de enero de 2021 que buscaban impedir la certificación de la victoria de Joe Biden.
Pues, bien...
La particularidad, del decreto, reside en que se aprueba en situaciones excepcionales y por motivos de urgencia, sin la participación directa del legislativo en el proceso inicial de elaboración y aprobación.
El decreto ley posee una serie de características distintivas que lo diferencian de otras normas jurídicas:
Carácter extraordinario: Su aprobación se justifica en circunstancias de extraordinaria y urgente necesidad.
Ausencia del legislativo: Aunque posteriormente debe ser convalidado o derogado por el Congreso de los Diputados, inicialmente es aprobado sin su intervención.
Limitación material: No puede regular materias que están reservadas a la ley orgánica, como son los derechos fundamentales y las libertades públicas.
Control de constitucionalidad: Como cualquier otra norma, están sujetos al control del Tribunal Constitucional.
Ahora que conocemos sus rasgos básicos, profundicemos un poco más en su naturaleza.
El decreto ley, como instrumento legal de urgencia, responde a una mecánica propia en su concepción y posterior tratamiento por las instituciones del Estado:
El Gobierno detecta una situación de necesidad urgente que requiere una regulación inmediata, que no puede esperar los plazos habituales del procedimiento legislativo.
El Gobierno aprueba el decreto ley en un Consejo de Ministros y lo promulga de forma inmediata, entrando en vigor tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado.
Posteriormente, dentro de un plazo de 30 días, el Congreso de los Diputados debe convalidar (aprobar) o derogar (anular) el decreto ley. En este sentido, el decreto ley sometido a convalidación puede sufrir modificaciones, convirtiéndose en decreto legislativo.
Si bien el decreto ley es una herramienta eficaz para responder a situaciones imprevisibles, conlleva ciertas limitaciones y puede provocar controversias:
No puede afectar al ordenamiento de las instituciones básicas del Estado, al régimen de las Comunidades Autónomas, ni al derecho electoral general.
Su uso frecuente puede generar tensiones entre el poder ejecutivo y el legislativo, cuestionando el principio de separación de poderes.
La interpretación de lo que constituye una situación de extraordinaria y urgente necesidad puede ser motivo de debate.
No hay duda que prácticamente todos los presidentes estadounidenses emitieron decretos, con una excepción: William Henry Harrison, quien no tuvo en realidad ocasión de hacerlo. En 1841, Harrison pronunció en un frío de día de marzo el discurso de asunción más largo de la historia del país. Contrajo una pulmonía y murió un mes más tarde. No alcanzó a elaborar decreto alguno.
Récords históricos: Ya el primer presidente de Estados Unidos, George Washington, recurrió en ocho ocasiones al decreto para imponer normas. Pero, en general, los presidentes hicieron poco uso de ese recurso en las primeras décadas tras la independencia. Sin embargo, desde fines del siglo XIX, el número de decretos presidenciales aumentó perceptiblemente. El récord lo mantiene hasta el día de hoy Franklin D. Roosevelt, lo cual obedece solo en parte a su largo período de gobierno. Roosevelt, que se mantuvo en el poder desde 1933 hasta su muerte, en 1945, llegó a emitir más de 3500 decretos presidenciales. Pero el actual mandatario, Donald Trump, parece querer batir un récord de velocidad: en 12 días ha suscrito 11 "memorándum presidenciales” y siete "órdenes ejecutivas”, entre ellas la controvertida prohibición de ingreso al país de ciudadanos de siete Estados de mayoría musulmana.
Tales disposiciones son en principio vinculantes para las autoridades estadounidenses, aunque la Constitución no mencione nada acerca de "órdenes ejecutivas”. Su vigencia se fundamenta por lo general legalmente con el poder ejecutivo que según el artículo II de la Carta Fundamental se confiere al presidente electo.
Harry Truman quiso en su día poner a todas las acerías bajo control federal, y fracasó en su intento ante la Corte Suprema. Esta, al mismo tiempo, determinó que los decretos presidenciales no generan nuevas leyes, sino solo pueden interpretar disposiciones legales o constitucionales ya existentes. Pero otro decreto de Truman se hizo famoso: fue el que, en 1948, selló la igualdad de trato para todos los miembros de las Fuerzas Armadas, independientemente de la raza, la religión o el origen étnico. Sin embargo, el más célebre de todos los decretos presidenciales es aquel por medio del cual Abraham Lincoln abolió en 1863 la esclavitud.
Puede que el gobernar por decreto sea algo dudoso para los puristas de la democracia, dado que se soslaya el proceso legislativo normal. No obstante, el Congreso no quedar inerme. Aunque no está en condiciones de anular los decretos, si puede negar los recursos financieros para su aplicación. El presidente, a su vez, puede aplicar un veto en contra. Para pasarlo por alto e imponerse finalmente, el Congreso requiere una mayoría de dos tercios.
Otra opción para frenar un decreto presidencial es recurrir a los tribunales. Los jueces hicieron fracasar el proyecto de Truman, al igual que uno de Bill Clinton, quien en 1996 quiso excluir por decreto de las licitaciones estatales a aquellas empresas que contrataran rompehuelgas.
Todavía no está claro qué ocurrirá con el decreto de Trump sobre la entrada al país de ciudadanos de determinados países. Varios tribunales estadounidenses ya lo han atenuado. El veredicto sobre el fondo del asunto se espera para febrero. Si el decreto fuera declarado inválido por una Corte, sería un hecho muy inusual.
PRESIDENTES:
George Washington fue el primer presidente de Estados Unidos (1789-1797). También fue el comandante en jefe del Ejército Continental y tiene la distinción de ser el único presidente en ser elegido por unanimidad por el Colegio Electora. Washington murió el 14 de diciembre de 1799 a causa de una infección de garganta.
John Adams (1797-1801) fue el segundo presidente de Estados Unidos después de ser el primer vicepresidente del país bajo el gobierno de George Washington. Adams fue el primer presidente en vivir en la Casa Blanca, al mudarse allí el 1 de noviembre de 1800, mientras esta aún estaba en construcción.
Thomas Kefferson (1801-1809), fue el tercer presidente de Estados Unidos, el principal autor de la Declaración de la Independencia de ese país en 1776 y uno de los padres de la patria, según su biografía en la página web de la Casa Blanca. Esta agrega que Jefferson tuvo “crecientes preocupaciones” en mantener alejado a su país de las guerras napoleónicas, a pesar de que las guerras de Inglaterra y Francia intervinieron con los derechos neutrales de los mercaderes estadounidenses. Murió el 4 de julio de 1826.
James Madison (1809-1817). El cuarto presidente de Estados Unidos, otro de los padres fundadores de la patria y padre de la Constitución, “hizo una gran contribución a la ratificación de la Constitución al escribir los Papeles Federalistas”, una colección de 85 ensayos en defensa de la Carta Magna, según dice la Casa Blanca en su página web.
James Monroe (1817-1825). El quinto presidente de Estados Unidos fue el último de los padres fundadores de la patria, según dice la Casa Blanca en su página web. Monroe fue el creador de la que actualmente se conoce como la ‘Doctrina Monroe’, cuando en su mensaje al Congreso en 1823 advirtió a los poderes europeos no entrometerse en los asuntos del Hemisferio Occidental.
John Quincy Adams (1825-1829). El sexto presidente de Estados Unidos fue miembro de varios partidos políticos y sirvió como diplomático, senador y miembro de la Cámara de Representantes de su país antes de llegar al cargo más alto de su país en 1825, según la Casa Blanca.
Andrew Jackson (1829-1837). Fue el séptimo presidente de Estados Unidos. Durante su mandato “buscó actuar como el representante directo de las personas comunes”, dice su biografía oficial de la Casa Blanca. En su primer mensaje anual al Congreso, Jackson recomendó la eliminación del Colegio Electoral.
Martin Van Buren (1837-1841). Van Buren fue vicepresidente durante el gobierno del presidente Andrew Jackson (1829-1837) y se convirtió en el octavo presidente de Estados Unidos. El “Pequeño mago”, como también era conocido, se desempeñó también como secretario de Estado durante la presidencia de Jackson. Antes de llegar al poder, el país pasaba un momento de prosperidad económica, pero tres meses después de iniciar su mandato “el pánico financiero de 1837 perforó la prosperidad”, dice la Casa Blanca.
William Henry Harrison (1841). Fue el noveno presidente de Estados Unidos. Según la Casa Blanca, Harrison fue el presidente más viejo en tomar posesión en el cargo en esa época (tenía 68 años) y fue el primero en morir en el cargo. Su presidencia duró solo 32 días, siendo la presidencia más corta de la historia de Estados Unidos. Murió debido a una gripa que se volvió neumonía y murió el 4 de abril de 1841.
John Tyler (1841-1845). Se convirtió en el décimo presidente de Estados Unidos luego de la muerte del presidente William Henry Harrison en 1841. Fue el primer vicepresidente en la historia en asumir la presidencia tras la muerte de un mandatario en turno.
James K. Polk (1845-1849). Polk se posesionó como el presidente número 11 de Estados Unidos en 1845. Fue el último presidente fuerte de la era antes de que estallara la Guerra Civil en 1861, según la Casa Blanca.
En 1845, Polk ofreció 20.000.000 de dólares a México para recuperar Nuevo México y California, pero los mexicanos no estuvieron dispuestos a ceder esas tierras. Por esa razón Estados Unidos le declaró la guerra a México y ocupó Ciudad de México. Finalmente, en 1848, México cedió los dos estados en disputa a cambio de 15.000.000 dólares, según relata la presidencia.
Zachary Taylor (1849-1850) Fue el presidente número 12 de Estados Unidos durante 16 meses hasta su muerte en 1850. Según la Casa Blanca, Taylor fue un héroe nacional del Ejército durante la guerra entre México y Estados Unidos en 1812. Estuvo 40 años en el ejército, algo que lo hizo “un fuerte nacionalista”, según la web de la presidencia.
Millard Fillmore (1850-1853) Fue el presidente número 13 de Estados Unidos y el último mandatario en no pertenecer a ninguno de los dos partidos tradicionales —Republicano y Demócrata— de Estados Unidos, según la Casa Blanca.
Franklin Pierce (1853-1857) Fue el presidente número 14 de Estados Unidos y el primer mandatario estadounidense en nacer en el siglo XIX. Dos meses antes de tomar posesión su hijo de 11 años murió en un accidente de tren. Por este motivo, “Pierce entró a la presidencia nerviosamente exhausto”, relató la Casa Blanca en su página web.
James Buchanan (1857-1861) Fue el presidente número 15 de Estados Unidos y el último mandatario antes de que se desatara la Guerra de Secesión. Es el único presidente de la historia originario del estado de Pensilvania y el único en permanecer soltero toda su vida.
Abraham Lincoln (1861-1865) Fue el presidente número 16 de Estados Unidos y el primero en ser asesinado en la historia del país.
Lideró la nación durante la Guerra de Secesión que se desarrolló durante su gobierno. A través de la Proclamación de Emancipación en 1863, les dio la libertad a todos los esclavos de la Confederación.
El 14 de abril de 1865 fue asesinado en el Teatro Ford de Washington por el actor John Wilkes Booth, que creyó que el presidente ayudaba a los Estados del sur, que durante la guerra se enfrentaron a los Estados de la Unión o del norte.
Andrew Johnson (1865-1869) Asumió el poder como el presidente número 17 de Estados Unidos después del asesinato del presidente Abraham Lincoln en 1865. Johnson era el vicepresidente de Lincoln en ese entonces.
Después de la Guerra de Secesión, Johnson se encargó de reconstruir la antigua confederación de Estados que había sido afectada por la guerra, pero la mayoría republicana del Congreso se opuso a esta iniciativa y fue sometido a juicio político.
Ulysses S. Grant (1869-1877). Grant fue el presidente número 18 de Estados Unidos. Durante su gobierno, trabajó para eliminar los vestigios de la esclavitud, según dice la Casa Blanca en su página web.
Después de retirarse de la presidencia, Grant se volvió socio de una compañía financiera que quedó en bancarrota. Poco después se enteró que sufría de cáncer de garganta por lo que empezó a escribir sus memorias para pagar sus deudas y dejarle dinero a su familia. “Justo después de terminar la última página de sus memorias en 1885, murió”, relata la Casa Blanca.
Rutherford B. Hayes (1877-1881) Fue el presidente número 19 de Estados Unidos. En su mandato Hayes trató de conciliar las divisiones que quedaban de la Guerra Civil (1861-1865) y durante su gobierno “empezaron los esfuerzos que dieron como resultado la reforma del servicio civil”, según la Casa Blanca.
Durante su presidencia y “para el deleite de la Unión Cristiana de Mujeres por la Templanza”, la esposa del presidente, Lucy Webb Hayes, llevó a cabo las órdenes de su marido de “prohibir vinos y licores de la Casa Blanca”, según la página web de la presidencia.
James Garfield (1881) Fue el vigésimo presidente de Estados Unidos. Su mandato solo duró 200 días, pues en julio de ese año un abogado que quería ocupar un cargo diplomático en su administración le disparó cuando estaba en la estación de tren de Washington. Murió meses después, en septiembre 19 de 1881.
Su presidencia es la segunda más corta en la historia de Estados Unidos después de la de William Henry Harrison (que duró 32 días). Fue el segundo presidente en la historia de Estados Unidos en ser asesinado después de Abraham Lincoln.
Chester A. Arthur (1881-1885) Fue el presidente número 21 de Estados Unidos al convertirse en el sucesor del presidente James Garfield tras su asesinato en 1881.
Arthur promulgó la primera ley federal de inmigración en 1882 con la que excluyó a “pobres, criminales y lunáticos”, según dice la Casa Blanca en su página web.
Grover Cleveland (1885-1889; 1893-1897) Cleveland fue el presidente número 22 y número 24 de Estados Unidos. Fue el primer mandatario estadounidense en completar su primer su mandato (1885-1889) y volver a la Casa Blanca cuatro años después para un segundo periodo, entre 1893 y 1897.
Benjamin Harrison (1889-1893) El nieto del expresidente William Henry Harrison (1841) fue el presidente número 23 de Estados Unidos.
En su gobierno Harrison firmó importantes leyes de apropiación para mejoras internas, expansión naval y subsidios para líneas de vapores, según la página web de la Casa Blanca. “Por primera vez, excepto en la guerra, el Congreso se apropió de mil millones de dólares” para mejoras del país, añade. El presidente firmó la ley Sherman, la primera medida del Gobierno federal para proveer la economía y limitar los monopolios.
William McKinley (1897-1901) El presidente número 25 de Estados Unidos hace parte de la lista de los presidentes de ese país en ser asesinados. Su periodo presidencial finalizó el 14 de septiembre de 1901 cuando recibió dos disparos de un “anarquista loco” en la Exposición Panamericana de Buffalo, Nueva York, según dice la Casa Blanca en su página web.
Theodore Roosevelt (1901-1909) Theodore Roosevelt (1901-1909) — Fue el presidente número 26 de Estados Unidos y el primer mandatario estadounidense del siglo XX. Fue el mandatario más joven en ser elegido hasta ese momento: asumió el poder antes de cumplir los 43 años. “Roosevelt trajo una nueva emoción y poder a la Oficina Oval, liderando vigorosamente al Congreso y llevando al público estadounidense hacia reformas progresistas y una política exterior fuerte”, dice la Casa Blanca en su página web.
Fue el presidente número 26 de Estados Unidos y el primer mandatario estadounidense del siglo XX.
Fue el mandatario más joven en ser elegido hasta ese momento: asumió el poder antes de cumplir los 43 años.
“Roosevelt trajo una nueva emoción y poder a la Oficina Oval, liderando vigorosamente al Congreso y llevando al público estadounidense hacia reformas progresistas y una política exterior fuerte”, dice la Casa Blanca en su página web.
Woodrow Wilson (1913-1921) Fue el presidente número 28 de Estados Unidos. Después de la política de neutralidad de ese país en el estallido de la Primera Guerra Mundial, “Wilson llevó a Estados Unidos a la guerra para ‘hacer el mundo seguro para la democracia’”, según relata la Casa Blanca en su página web.
Warren G. Harding (1921-1923) Fue el mandatario número 29 de Estados Unidos. Hacia el final de su presidencia un escándalo de corrupción alcanzó al presidente Harding pues, según relata la Casa Blanca en su página web, algunos de sus amigos usaban sus cargos oficiales para su propio enriquecimiento. Harding murió en 1923 por a un ataque cardiaco.
Calvin Coolidge (1923-1929) El presidente número 30 de Estados Unidos se volvió el primer mandatario en hacer un discurso al pueblo estadounidense a través de la radio en 1924, según la Casa Blanca.
Coolidge fue un defensor de los “viejos preceptos morales y económicos” y lideró el país en medio de la riqueza de la década de 1920, antes de la Gran Depresión.
Antes de su muerte en 1933, Coolidge le dijo a un antiguo amigo “Siento que ya no encajo en estos tiempos”, según su biografía en la página web de la presidencia de Estados Unidos.
Herbert Hoover (1929-1933) Fue el presidente número 31 de Estados Unidos. En 1928, durante su campaña presidencial, aseguró que su país estaba cerca de vencer la pobreza como ninguna otra nación del mundo. Sin embargo, en cuestión de meses, el mercado de valores colapsó, y la nación cayó en espiral hacia la Gran Depresión, según relata la Casa Blanca en su página web.
Franklin D. Roosevelt (1933-1945) El presidente número 32 de Estados Unidos asumió la presidencia en una de las épocas más convulsas de la historia del país, pues enfrentó varios eventos históricos como la Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial y el ataque de Japón a Pearl Harbor, entre otros.
Ha sido el único presidente en ser elegido para cuatro mandatos consecutivos (1932, 1936, 1940 y 1944). Sufría de parálisis parcial en su cuerpo debido a una poliomielitis que lo atacó cuando tenía 39 años. En 1945 falleció debido a una hemorragia cerebral.
Harry S. Truman (1945-1953) El presidente número 33 de Estados Unidos asumió el poder luego de la repentina muerte de Franklin Delano Roosevelt en 1945.
Según información la Casa Blanca, Truman “no recibió ninguna información sobre el desarrollo de la bomba atómica ni las dificultades que enfrentaba el gobierno con la Unión Soviética”. Cuando asumió la presidencia, les dijo a los reporteros: “Siento como si la luna, las estrellas y todos los planetas hubieran caído encima mío”. Fue el presidente que dio la orden de lanzar la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945. (Crédito: Katherine Young/Getty Images)
Dwight D. Eisenhower (1953-1961) El presidente número 34 de Estados Unidos tenía gran prestigio por haber sido comandante general de las fuerzas estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial, según la página de la Casa Blanca. Durante su mandato logró poner fin a la Guerra de Corea y durante sus dos periodos trabajó para aliviar las tensiones de la Guerra Fría.
John F. Kennedy (1961-1963) El presidente número 35 de Estados Unidos recién pasaba los primeros mil días de su mandato cuando fue asesinado por Lee Harvey Oswald, mientras la caravana presidencial pasaba por Plaza Dealey en Dallas, Texas, el 22 de noviembre de 1963.
A sus 43 años, Kennedy se convirtió en el presidente más joven de su país, después de Theodore Roosevelt, y fue el presidente más joven en morir.
Lyndon B. Johnson (1963-1969) El entonces vicepresidente tomó posesión como el presidente número 36 de Estados Unidos el día del asesinato de John F. Kennedy en el mismo avión que trasladaba el cuerpo sin vida del mandatario hasta Washington.
Su programa de gobierno conocido como ‘La Gran Sociedad’ incluía ayudas para la educación, la creación del Medicare, renovación urbana, el embellecimiento, conservación y desarrollo de las regiones deprimidas, así como una lucha a gran escala de la pobreza, el control y prevención de la delincuencia, y “la remoción de obstáculos para garantizar el derecho al voto”, según su biografía publicada por la Casa Blanca.
Richard Nixon (1969-1974) El presidente número 37 de Estados Unidos había servido anteriormente como representante a la Cámara y Senador por el estado de California. Después de finalizar exitosamente la participación de las tropas estadounidenses en Vietnam y de reducir las relaciones con China y Rusia, Nixon se convirtió en el primer (y único) presidente en renunciar a su cargo por el escándalo del ‘Watergate’. (Crédito: Getty Images)
Gerald R. Ford (1974-1977) Llegó a ser el presidente número 38 de Estados Unidos tras la renuncia de Richard Nixon por el escándalo del ‘Watergate’. Ford servía como vicepresidente del país antes de su llegada a la Casa Blanca.
Tuvo que enfrentarse a “tareas insuperables”, según su biografía en la página de la presidencia: “Tenía el desafío de dominar la inflación, revivir la economía deprimida, resolver la escasez crónica de energía y tratar de asegurar la paz mundial”.
Jimmy Carter (1977-1981) Carter fue elegido como el presidente número 39 de Estados Unidos frente a Gerald R. Ford en 1976.
Durante su mandato trabajó fuertemente para combatir los continuos problemas económicos de la inflación y el desempleo, relata la Casa Blanca en su página web. A pesar de haber aumentado los empleos en casi ocho millones y disminuir el déficit presupuestario, al final de su gobierno hubo una corta recesión, según su biografía en la página web de la presidencia.
Carter recibió el premio Nobel de Paz en 2002 por su trabajo para encontrar soluciones pacíficas a los conflictos internacionales, por promover la democracia y los derechos humanos, y por promover el desarrollo social y económico.
Ronald Reagan (1981-1989) El presidente número 40 inicialmente fue un actor y se volvió político antes de llegar a la Oficina Oval en 1981. Desde 1937 y durante las próximas dos décadas Reagan apareció en 53 películas, según información de la Casa Blanca.
En 1966 fue elegido como gobernador de California y reelegido en 1970. En 1980 llegó a la Casa Blanca con 489 votos electorales vs. 49 del presidente Jimmy Carter. A través de la ‘Doctrina Reagan’ apoyó las insurgencias anticomunistas en América Central, Asia y África, dice la Casa Blanca.
George H. W. Bush (1989-1993) El presidente número 41 de Estados Unidos tuvo que enfrentar un cambio de era dramático: la Guerra Fría terminó luego de 40 años, el imperio del comunismo cesó y el Muro de Berlín cayó. La Unión Soviética dejó de existir y el reformista presidente ruso Mikhail Gorbachev, a quien Bush apoyó, renunció. En 1992 perdió la reelección con el demócrata Bill Clinton.
Wiliam J. Clinton (1993-2001) Fue el presidente número 42 de Estados Unidos. Durante su administración, “Estados Unidos disfrutó de más paz y bienestar económico que cualquier momento de su historia”, dice la Casa Blanca en su página web.
En 1998, como resultado de “indiscreciones personales” con una colaboradora de la Casa Blanca (Mónica Lewinsky), Clinton se convirtió en el segundo presidente del país en enfrentar un juicio político (después de Andrew Johnson en 1868) en el Congreso, pero el Senado lo declaró no culpable del delito de perjurio en 1999. Clinton se disculpó con la nación por sus acciones y alcanzó niveles de popularidad sin precedentes al final de su mandato.
George W. Bush (2001-2009) El mandatario número 43 de Estados Unidos fue el presidente “de los tiempos de guerra”, según la página web de la Casa Blanca, pues tuvo que enfrentar las consecuencias de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Uno de sus actos más controversiales fue la invasión a Iraq en 2003 con la excusa de que el presidente Saddam Hussein representaba una “grave amenaza” para Estados Unidos. Hussein fue capturado, pero la invasión a Iraq y la muerte de soldados estadounidenses e iraquíes por parte de la insurgencia se convirtió en uno de los mayores retos durante su segundo mandato, según la Casa Blanca.
Barack Obama (2009-2017) El presidente número 44 de Estados Unidos fue también el primer presidente negro de ese país. Obama llegó a la Casa Blanca con una estrategia idealista, simbolista, llena de compromiso y de promesas. Llegó a gobernar en medio de una crisis económica compleja que solo se comparaba a esa de la Gran Depresión de los años 30.
Durante su presidencia deportó unos 2,5 millones de hispanos, más que cualquier otro presidente en la historia del país, pero hacia el final de su mandato tenía una popularidad cercana al 55%. Obama fue galardonado con el premio Nobel de Paz en 2009 y ganó dos veces el premio Grammy a Mejor Álbum hablado.
Donald Trump (2017-2021) El presidente número 45 de Estados Unidos llegó a la Casa Blanca tras una improbable victoria en 2016.
Durante su presidencia Trump descartó abiertamente cualquier pretensión de respeto por algunos ideales pluralistas básicos. Trump no fue reelegido para un segundo mandato en 2020 y dejó el cargo en medio de una ciudad militarizada tras violentos disturbios de sus seguidores en el Capitolio días antes de su fin de mandato. Además dejó el cargo con más de 400.000 estadounidenses muertos por un virus que decidió restar importancia o ignorar.
Trump no asistió al traspaso de mandato en Washington.
En noviembre de 2024 ganó nuevamente las elecciones presidenciales. Asumirá el nuevo mandato el 20 de enero de 2025.
Joe Biden (2021- 2024) Joe Biden llegó a la Casa Blanca a los 78 años con el récord de la persona más vieja en ser electa como presidente de Estados Unidos. Décadas atrás, el mandatario había hecho historia por exactamente lo contrario, su juventud. A los 29 años se convirtió en senador estadounidense, siendo el sexto más joven de la historia del país.
Además de su larga trayectoria en el Congreso, Biden fue vicepresidente durante los dos gobiernos de Obama.
Donald Trump (2025-2029 actual) El presidente número 47 de Estados Unidos llegó a la Casa Blanca tras una amplia victoria.