- NUEVAS MIRADAS PARA EL ACOMPAÑAMIENTO DEL ASESOR TÉCNICO PEDAGÓGICO
- Participaron profesores de Tijuana, Tecate, Playas de Rosarito.
- Todos mostrando gran interés e intercambio de experiencias vividas.
Rafael Michel.
12 de Junio de 2025. Baja California. (8:30 hrs).- La tarea del Asesor Técnico Pedagógico –ATP-, es titánica e importante al acompañar a los docentes para mejorar su enseñanza-aprendizaje. Esta variabilidad exige reconocer las características del entorno como un punto de partida ineludible. El acompañamiento pedagógico en educación secundaria representa un proceso formativo, situado y colaborativo que reconoce la diversidad del contexto escolar y de las trayectorias docentes. Agradecidos los mentores solicitaron que volvieran a repetir estos tipos de cursos para lograr la mejora continúa.
“Mi práctica como Asesor Técnico Pedagógico –ATP- se ha transformado a partir de una mirada más reflexiva y contextualizada, entendiendo que el acompañamiento no es una receta, sino una estrategia viva que se adapta a las realidades de los docentes y sus entornos escolares”, afirma el profesor Fidel Rendón Solís, quien tiene la especialidad en matemáticas y que ahora, funge como Asesor Técnico Pedagógico, dentro de la Zona escolar, 07-G de Escuelas Secundarias Generales de Tijuana.
Los profesores especializados en el acompañamiento se reunieron para ser capacitados, en el curso "NUEVAS MIRADAS PARA EL ACOMPAÑAMIENTO DEL ASESOR TÉCNICO PEDAGÓGICO" - Tijuana, Tecate, Playas de Rosarito. Todos mostrando gran interés e intercambio de experiencias vividas.
María de los Ángeles Ávila Osuna, María de Jesús Razo Arredondo, Brenda Ortiz Arévalo, Gabriela González, Carlos Julián Chávez Ojeda, Gabriela Cristina García Jaime, Mauricio Romero Ramírez, Octavio César Ley Jiménez, María de Los Ángeles Salas López quienes se distinguieron al desarrollar las clases del “Curso Nuevas Miradas para el acompañamiento del Asesor".
Lourdes Teresa Nevares López, encargada del departamento de Secundarias de Tijuana siempre se ha distinguido por fomentar y promover los cursos para la mejora continua de los docentes. Ahora no fue la excepción.
Desde la perspectiva promovida por Mejoredu, el acompañamiento pedagógico es una interacción sistemática con intención formativa, que contribuye al desarrollo profesional de los docentes. En el caso particular de secundaria, esto adquiere una complejidad adicional debido a factores como la especialización disciplinar, el trabajo por asignaturas, la diversidad de estilos docentes y la madurez creciente del estudiantado.
La diversidad de entornos ha sido una constante. Acompañar a docentes en contextos urbanos con acceso a recursos tecnológicos contrasta significativamente con el acompañamiento en zonas rurales o marginadas, donde las condiciones materiales y sociales suponen retos distintos. Esta variabilidad exige reconocer las características del entorno como un punto de partida ineludible. Como señala el cuadernillo, el acompañamiento situado requiere “arraigo en lo local, en las situaciones específicas, en los problemas cotidianos de la enseñanza”.
Un elemento esencial para desarrollar esta práctica ha sido la observación en el aula, entendida no como una fiscalización, sino como una oportunidad de aprendizaje mutuo.
Esta observación se planifica y contextualiza, y luego se convierte en un espacio de diálogo horizontal. A través de la escucha activa, el reconocimiento de las fortalezas y la propuesta de rutas de mejora, se fortalece el sentido pedagógico del acompañamiento.
En cuanto a las características docentes, se ha aprendido que cada acompañamiento debe considerar factores como la antigüedad en el servicio, la formación inicial, el dominio disciplinar y las creencias pedagógicas. Por ejemplo, un docente de reciente ingreso necesita orientación distinta a la de un maestro con décadas de experiencia, cuyo acompañamiento debe centrarse en la actualización didáctica o en la incorporación de enfoques más reflexivos.
Otro aspecto relevante ha sido fomentar espacios colaborativos dentro de los colectivos escolares. Promover la reflexión conjunta sobre la práctica permite generar acuerdos y resignificar estrategias. Esto cobra sentido especialmente en secundaria, donde la coordinación entre docentes de distintas materias es vital para garantizar coherencia en el aprendizaje del alumnado.
Finalmente, asumir el acompañamiento como una práctica en constante construcción me ha llevado a documentar experiencias, sistematizar aprendizajes y resignificar mis propias acciones. Como señala el cuadernillo, “la documentación no es una mera acción de dar cuenta, sino un medio para que quienes documentan y comparten sus narraciones se formen”.
En conclusión, “mi práctica de acompañamiento pedagógico ha evolucionado hacia una postura más consciente y comprometida, donde cada entorno y cada docente representan una oportunidad para aprender, compartir y transformar. Fortalecer esta práctica implica seguir construyendo colectivamente una visión del acompañamiento centrada en el respeto, la profesionalidad y el compromiso con una educación de calidad para todas y todos”, aseguro, una de las mejores Asesoras Técnicas Pedagógicas que tiene el sistema educativo, a nivel estatal, Gabriela Cristina García Jaime
La tarea del Asesor Técnico Pedagógico –ATP-, es titánica e importante al acompañar a los docentes para mejorar su enseñanza-aprendizaje. Esta variabilidad exige reconocer las características del entorno como un punto de partida ineludible. El acompañamiento pedagógico en educación secundaria representa un proceso formativo, situado y colaborativo que reconoce la diversidad del contexto escolar y de las trayectorias docentes.
“Mi práctica como Asesor Técnico Pedagógico –ATP- se ha transformado a partir de una mirada más reflexiva y contextualizada, entendiendo que el acompañamiento no es una receta, sino una estrategia viva que se adapta a las realidades de los docentes y sus entornos escolares”, afirma el profesor Fidel Rendón Solís, quien tiene la especialidad en matemáticas y que ahora, funge como Asesor Técnico Pedagógico, dentro de la Zona escolar, 07-G de Escuelas Secundarias Generales de Tijuana.
Los profesores especializados en el acompañamiento se reunieron para ser capacitados, en el curso NUEVAS MIRADAS PARA EL ACOMPAÑAMIENTO DEL ASESOR TÉCNICO PEDAGÓGICO - Tijuana, Tecate, Playas de Rosarito. Todos mostrando gran interés e intercambio de experiencias vividas.
María de los Ángeles Ávila Osuna, María de Jesús Razo Arredondo, Brenda Ortiz Arévalo, Gabriela González, Carlos Julián Chávez Ojeda, Gabriela Cristina García Jaime, Mauricio Romero Ramírez, Octavio César Ley Jiménez, María de Los Ángeles Salas López quienes se distinguieron al desarrollar las clases del “Curso acompañamiento del docente.
Lourdes Teresa Nevares López, encargada del departamento de Secundarias de Tijuana siempre se ha distinguido por fomentar y promover los cursos para la mejora continua de los docentes. Ahora no fue la excepción.
Desde la perspectiva promovida por Mejoredu, el acompañamiento pedagógico es una interacción sistemática con intención formativa, que contribuye al desarrollo profesional de los docentes. En el caso particular de secundaria, esto adquiere una complejidad adicional debido a factores como la especialización disciplinar, el trabajo por asignaturas, la diversidad de estilos docentes y la madurez creciente del estudiantado.
En mi práctica cotidiana, la diversidad de entornos ha sido una constante. Acompañar a docentes en contextos urbanos con acceso a recursos tecnológicos contrasta significativamente con el acompañamiento en zonas rurales o marginadas, donde las condiciones materiales y sociales suponen retos distintos. Esta variabilidad exige reconocer las características del entorno como un punto de partida ineludible. Como señala el cuadernillo, el acompañamiento situado requiere “arraigo en lo local, en las situaciones específicas, en los problemas cotidianos de la enseñanza”.
Un elemento esencial para desarrollar esta práctica ha sido la observación en el aula, entendida no como una fiscalización, sino como una oportunidad de aprendizaje mutuo.
Esta observación se planifica y contextualiza, y luego se convierte en un espacio de diálogo horizontal. A través de la escucha activa, el reconocimiento de las fortalezas y la propuesta de rutas de mejora, se fortalece el sentido pedagógico del acompañamiento.
En cuanto a las características docentes, he aprendido que cada acompañamiento debe considerar factores como la antigüedad en el servicio, la formación inicial, el dominio disciplinar y las creencias pedagógicas. Por ejemplo, un docente de reciente ingreso necesita orientación distinta a la de un maestro con décadas de experiencia, cuyo acompañamiento debe centrarse en la actualización didáctica o en la incorporación de enfoques más reflexivos.
Otro aspecto relevante ha sido fomentar espacios colaborativos dentro de los colectivos escolares. Promover la reflexión conjunta sobre la práctica permite generar acuerdos y resignificar estrategias. Esto cobra sentido especialmente en secundaria, donde la coordinación entre docentes de distintas materias es vital para garantizar coherencia en el aprendizaje del alumnado.
Finalmente, asumir el acompañamiento como una práctica en constante construcción me ha llevado a documentar experiencias, sistematizar aprendizajes y resignificar mis propias acciones. Como señala el cuadernillo, “la documentación no es una mera acción de dar cuenta, sino un medio para que quienes documentan y comparten sus narraciones se formen”.
En conclusión, “mi práctica de acompañamiento pedagógico ha evolucionado hacia una postura más consciente y comprometida, donde cada entorno y cada docente representan una oportunidad para aprender, compartir y transformar. Fortalecer esta práctica implica seguir construyendo colectivamente una visión del acompañamiento centrada en el respeto, la profesionalidad y el compromiso con una educación de calidad para todas y todos”, aseguro, una de las mejores Asesoras Técnicas Pedagógicas que tiene el sistema educativo, a nivel estatal, Gabriela Cristina García Jaime-
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