Murió Ariana, deja un gran legado muralista.
Este domingo 1 de junio se confirmó la muerte de la pintora tijuanense Ariana Marisol Escudero Curiel. Desde el pasado mes de enero, a Ariana se le había diagnosticado un cáncer cérvico uterino. En la primera semana de mayo fue internada en el hospital y parecía que se estaba recuperando gradualmente pero la lamentable noticia comenzó a circular el pasado domingo; escribió Jaime Chairez Bonilla; periodista destacó y reconocido a nivel nacional por su trayectoria en cultura. Además dice: La arquitecta Ariana Escudero pasaba largas jornadas al aire libre, contra viento y sol, para finalmente mostrar sus homenajes a conocidos personajes como el voceador Pepe Nacho, el escritor Carlos Monsiváis y el maestro Rubén Vizcaíno Valencia, entre otros. Era una mujer dedicada 100% al muralismo. Siempre sorprendía con distintos trabajos en diferentes puentes y paredes de Tijuana.
En 2011, por ejemplo, hizo una reproducción fiel de Pepe Nacho, Tello Martínez Miranda, un popular voceador que vende periódicos a la altura del puente de la calle Segunda. La reproducción gigante de este voceador se advierte con su característica nariz roja y gran sombrero, al tiempo que muestra un ejemplar del periódico El Mexicano con un amable titular: “No goza de lo que tiene, por ansia de lo que espera”.
En 2012, Ariana volvió a sorprender con la realización de un mural dedicado al mítico escritor mexicano Carlos Monsiváis (“Amor perdido”), en la calle Primera del centro de Tijuana. Durante varias semanas, la muchacha emprendió jornadas de trabajo que la mantuvieron delineando los símbolos que caracterizaron la vida de Monsi: gatos, la familia Burrón, Tin Tan, Tongolele, sus amigos tijuanenses y una de sus frases clásicas: “Soy un gato sin gracias y sin siete vidas”.
Entrevistada en aquella ocasión dijo: “Para mí es muy importante este trabajo por el tipo de personaje que estoy pintando. Además de ser el mural más grande que he realizado en mi carrera es un tema que será visto a nivel nacional. Tengo entendido que el señor Monsiváis sólo está en otro mural en la ciudad de México, al lado de la Familia Burrón. Por eso estoy enfocada en realizar un buen trabajo y lo estoy disfrutando, es un gran reto lograr plasmar la esencia del escritor y otro el andar trepada en los andamios durante todo el día”.
Hace unos años, en el marco de los festivales de cultura Jornadas Vizcaínas y Tijuana Interzona, Ariana inauguró un gran mural dedicado a Rubén Vizcaíno Valencia. Nuevamente, durante un mes, Ariana soportó el fuerte sol, arrebatados vientos y el clima cambiante, para ir detallando la figura del maestro universitario. “Había maestros que se acercaban para decirme que habían conocido a Vizcaíno y me contaban anécdotas de él; y también había alumnos que me preguntaban quién era el personaje que estaba pintando” expresó la artista tijuanense.
En el mural de Vizcaíno se aprecian varios detalles que formaron parte de este personaje que vivió en Tijuana de 1959 a 2004. Uno de sus libros, el logotipo del Seminario de Cultura Mexicana, su cámara fotográfica, la Reina Calafia, la portada del suplemento cultural IDENTIDAD y una de sus frases: “A orillas del río Tuxpan escuché por primera vez la palabra Tijuana”.
Otros de los murales de esta muchacha, egresada del Instituto Tecnológico de Tijuana, pueden ser observados en el malecón de Playas de Tijuana, en la colonia Camino Verde y en la colonia Alemán. En Playas de Tijuana pinto a un trío característico de música norteña (Cuando me besas de todo me olvido); en la colonia Camino Verde dibujó a una familia de origen humilde que forma parte de un proyecto social que ha regenerado visualmente el lugar; y en la colonia Alemán su mural está dedicado a la protección de animales, junto a una veterinaria del lugar.
Ha muerto la muchacha que pintaba murales en Tijuana.
Descansa en paz, Ariana, descansa.