29 de marzo de 2024.-El número de víctimas mortales del huracán Otis, tormenta de categoría 5 que azotó la semana pasada la ciudad turística de Acapulco, en el Pacífico mexicano, ha aumentado a 100, según informó el lunes el gobierno del sureño estado de Guerrero.
Otis azotó Acapulco el miércoles con vientos de 165 millas por hora (266 kilómetros por hora), inundando la ciudad, arrancando tejados de casas, hoteles y otros negocios, inundando vehículos e interrumpiendo las comunicaciones y las conexiones por carretera y aire.
Los saqueos comenzaron cuando la población de la ciudad, de casi 900.000 habitantes, necesitaba cada vez más alimentos y agua.
El gobierno de Guerrero, estado de origen de Acapulco, informó en un comunicado de que 46 personas habían muerto y otras 54 estaban desaparecidas.
El domingo, las autoridades federales de protección civil de México informaron de 48 muertos, 43 de ellos en Acapulco y cinco en la vecina Coyuca de Benítez. Un ciudadano estadounidense, un británico y un canadiense se encontraban entre los fallecidos, según el gobierno de Guerrero.
El lunes por la tarde, muchos habitantes de Acapulco seguían tratando de recomponer sus destrozadas vidas.
Rumualda Hernández, de 62 años, del barrio de Renacimiento, a pocos kilómetros de la costa, pidió ayuda al gobierno después de caminar 10 manzanas desde su casa destruida para sacar agua de una cisterna y lavar la ropa manchada de barro.
"Estaba temblando de miedo", dijo Hernández, recordando cómo el agua en su casa subió por encima del nivel de la cabeza durante la tormenta. "Pensé que iba a morir".
Pescadores y trabajadores de yates turísticos se reunieron el domingo por la tarde en Playa Honda, en Acapulco, para buscar a colegas y amigos desaparecidos, preocupados porque las autoridades no estaban haciendo lo suficiente.
Luis Alberto Medina, un pescador, dijo que estaba buscando a seis personas que trabajaban en el puerto.
TEMOR A UN ATAQUE
Durante una rueda de prensa ordinaria del Gobierno, el Presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a las autoridades locales que garantizaran la entrega de suministros esenciales a la población de Acapulco.
Se calcula que los daños causados por el huracán podrían ascender a 15.000 millones de dólares, y México ha desplegado unos 17.000 soldados para mantener el orden y ayudar a distribuir toneladas de alimentos y suministros en Acapulco.
Los cajeros automáticos de la ciudad también se vieron afectados.
Dos puntos de servicio en sucursales del Banco de Desarrollo de las Fuerzas Armadas en Acapulco se abrirán para que la gente pueda retirar dinero en efectivo, dijo el lunes el Ministerio de Finanzas.
El acceso a alimentos y agua sigue siendo difícil, y el grupo minorista ANTAD pidió el lunes al gobierno que intensifique los esfuerzos para evitar saqueos en las tiendas propiedad de sus miembros. Soriana (SORIANAB.MX) y Chedraoui (CHDRAUIB.MX)
"Condenamos los actos de pillaje por parte de la población", declaró la ANTAD en un comunicado. "No hay justificación para ello".
Una cola de unas 150 personas que esperaban el agua suministrada por las autoridades locales se extendía por las calles embarradas del barrio de La Frontera el domingo por la tarde, mientras los residentes que sostenían contenedores de agua vacíos se lamentaban de la espera de horas.
